Así es Smach Z, la consola portátil más potente del mundo creada en España
Tres programadores mallorquines son los artífices de este proyecto, Smach Z, la consola portátil más potente del mundo que promete llegar pisando fuerte a la industria del videojuego. Aunque la idea surgió en 2014, solo llevan tres años de desarrollo puro con exitosas campañas de crowdfunding en Kickstarter e Indiegogo a sus espaldas.Los mecenas que aportaron dinero en estas plataformas de financiación recibirán sus consolas muy pronto, 2.500 unidades, concretamente, pero la versión final saldrá a la venta a largo de 2020. Aun así, 20minutos.es ha podido probarla y ver de primera mano su potencia y las posibilidades que ofrece.A primera vista, es inevitable comparar Smach Z con Nintendo Switch, por su sistema de consola portátil pero a la vez con potencia o por su tamaño similar. Sin embargo, esta máquina tiene la ventaja de ser modular, por lo que se puede personalizar con los componentes que el usuario desee en función al uso que le quiera dar y a los títulos a los que tenga pensado jugar.En la página web hay disponibles distintos componentes para personalizar la consola: 4, 8 o 16 GB de RAM; y 64, 128 o 256 GB de almacenamiento SSD. Pero, además, tal y como asegura Daniel Fernández, uno de sus creadores, "si en el futuro se quiere mejorar la RAM o la SSD, el usuario puede abrir la consola él mismo y cambiarla", como si de un ordenador portátil se tratase.
Pero, según cuenta el programador, la principal característica que hace a esta consola portátil destacar es "el procesador y la tarjeta gráfica AMD Radeon V1000 basado en tecnología Ryzen y Vega 8 que, a nivel de gráficos, es muy buena para los juegos y ofrece una gran capacidad en un tamaño reducido y con un consumo bastante moderado"."Esto una innovación de AMD y somos el primer dispositivo que lo aprovecha en consolas", explica el cofundador. Además, este procesador es modular, por lo que también se puede cambiar, pero para ello hay que comprar el nuevo componente en la propia tienda de la consola o se puede enviar para que los propios fabricantes lo modifiquen.Además, esta máquina tiene 1 ventilador para bajar su temperatura y, aunque es un buen disipador de aire, con los juegos más potentes funciona al máximo rendimiento.
Smach Z es similar a un portátil para jugar que el usuario puede personalizar, con todo lo que ello conlleva: es tan potente como un ordenador y tiene un catálogo de títulos muy extenso y variado (desde un juego indie instalado de Steam hasta uno triple A de las desarrolladoras más importantes comprado en versión digital).De hecho, como un PC, se vende con Windows 10 o con su propio sistema operativo basado en Linux, Smach OS, por lo que podría parecer un dispositivo portátil similar a una tableta pero con la potencia y los controles de una consola. Y es que esta máquina ofrece todas las posibilidades de un ordenador: se pueden instalar programas, escribir en Word, navegar por internet, ver Netflix o incluso conectar un ratón o un teclado inalámbrico.Esta es su principal diferencia con las Steam Machine, pues estas consolas están pensadas para jugar exclusivamente al catálogo de la plataforma Steam. Con Smach Z, el jugador tiene en su mano la unión de un portátil con una consola para disfrutar de todas las plataformas de videojuegos, todas las tiendas de juegos digitales para PC y, a la vez, las funciones propias de un ordenador.Con tal potencia, un aspecto importante es la batería. Smach Z tiene en total 12.800 mAh que hacen que la consola dure de 2 a 5 horas, en función del título al que se esté jugando o el uso que se le esté dando. Además, se carga en solo 45 minutos. En este aspecto, Smach Z tiene una alimentación superior a la Switch, pero también consume más: 15W, frente a los 7W de la consola de Nintendo.Y, entre otras de sus características están: la pantalla táctil; una cámara de 5 megapíxeles; un micrófono; conexión WiFi y Bluetooth; puertos USB, micro USB y USB-C; una ranura para la tarjeta micro SD; o una entrada Display Port para poder conectarla a la televisión.Al ser modular y personalizable, los jugadores podrán comprar la consola con los componentes que deseen. Sin embargo, en la página web proponen tres modelos predefinidos con diferentes potencias.La Smach Z normal cuesta 699 euros y tiene 4 GB de RAM, 64 GB de almacenamiento SSD y no dispone de cámara; la Smach Z Pro vale 899 euros y cuenta con 8 GB de RAM, 128 GB de memoria y una lente de 5 megapíxeles; y la más potente, la Smach Z Ultra, cuesta 1.099 euros y tiene 16 GB de RAM, 256 GB de almacenamiento y una cámara de 5 megapíxeles.Puede parecer un precio elevado pero, tal y como indican sus programadores, es una consola que sirve para jugar a los títulos que el usuario ya ha comprado o a los que compre del gran catálogo que hay en internet. Además, no se queda anticuada porque en cualquier momento se pueden mejorar sus componentes, hacerla más potente, cambiar la batería, etc.La reserva, de 10 euros, ya está abierta, pues las primeras unidades que comercializarán serán para los mecenas y, después, para las personas que la hayan pedido. De hecho, ya tienen reservas de diferentes países: Estados Unidos, Japón, China, España, Alemania, Reino Unido...Además de la consola, el equipo de Smach Z también tiene a la venta otros complementos para la máquina: carcasas de colores (desde 39 euros); un stick USB para introducir una tarjeta SIM y poder tener internet 4G en cualquier parte (49 euros); y unos Z-Pads para transformar los controles táctiles en crucetas, joysticks o botones clásicos.Esta potente máquina ofrece numerosas posibilidades. Es un portátil con el que poder jugar, pero con el que también se puede experimentar y explorar sus infinitas utilidades, como si fuera un ordenador en la palma de tu mano. Pero, además, es un proyecto creado en España, demostrando que la innovación tecnológica es uno de los puntos fuertes del país.Ignacio Armenteros, Óscar de la Torre y Daniel Fernández son los tres mallorquines que se embarcaron en esta aventura. Pero, tras encontrar a Mola Tech y Business Angels como inversores, trasladaron su start-up a Illescas, Toledo."El Gobierno de Castilla La Mancha nos ha apoyado porque es un proyecto innovador, nos ha ayudado a conseguir la nave. Castilla La Mancha está apostando mucho por este tipo de proyectos nuevos" asegura Daniel Fernández.Ya se están comenzando a fabricar estas potentes máquinas españolas, con unas 2.500 piezas ensambladas en Illescas, por lo que pronto, los compradores podrán recibir en su casa esta consola para jugar o para usarla como un ordenador "con una potencia y una calidad gráfica inéditas en un dispositivo portátil".
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