'Time on Frog Island', una aventura de puzles relajantes y desafiantes en un entorno paradisíaco del que te costará marcharte
Un naufragio nunca fue tan placentero y relajante, pero es posible que las ranas humanoides que habitan la isla tengan mucho que ver. Time on Frog Island propone al jugador arreglar el barco varado y roto del protagonista, pero la pregunta es: ¿querrás embarcar de nuevo?
Este título ofrece al usuario, como buen juego del género sandbox, libertad y creatividad a la hora de cumplir con el objetivo principal y los secundarios, resultando en una aventura de plataformas y puzles de lo más calmada, pero a la vez desafiante.
El juego, desarrollado por el estudio danés Half Past Yellow, se estrenó la pasada semana en PS4, PS5, Xbox One, Xbox Series, Nintendo Switch y PC, y la trama se centra en un marinero que ha naufragado en una isla extraña tras una tormenta.
Poco a poco, se van conociendo más detalles de este personaje y se revela por qué aprecia tanto a una maceta que llevaba en el barco, pero el juego no necesita ninguna pincelada más para empezar a arrancar.
Si hay algo que se puede valorar positivamente de un juego es que no necesite tutorial, ya sea por la sencillez de su mecánica o porque esté tan bien integrado en la historia que ni se note. Y Time on Frog Island es uno de ellos.
Saltar, moverse y agarrar son los únicos controles necesarios -aunque se pueden adquirir algunas habilidades más elaborando ciertas bebidas-, y con ellos se pueden acometer los objetivos: cumplir con las peticiones de los habitantes, esas curiosas ranas que entregan y reclaman determinados objetos o acciones.
Aunque algunos de estos anfibios pedigüeños sean de lo más exquisitos o esquivos -el mercader y la diva se llevan la palma de sibaritas-, muchos de ellos te ayudarán a conseguir arreglar la misión principal del juego: arreglar el barco y zarpar.
En apenas unas horas se puede completar esta meta. Pero, eso sí, dejando a muchas de las ranas sin contentar o algunas de las comodidades que te ofrece la isla sin construir. Por eso, queda en manos del jugador decidir si de verdad se quiere marchar o continuar deleitándose con las mecánicas que el juego aún le puede ofrecer.
Y es que el mapa es digno de disfrutar: las islas a explorar son cerradas pero grandes, ofrecen caminatas largas pero no infinitas y tienen zonas muy bien diferenciadas que facilitan la orientación. Además, es una muy buena idea inspeccionar cada elemento del terreno, pues hay una gran cantidad de flora de lo más útil para moverse.
Sin duda, Time on Frog Island es una aventura de puzles muy recomendable, con mención especial al atractivo apartado gráfico, de colores pastel y estilo caricaturesco.
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